Mitos y Realidades
MITOS
Mito #1: Los abusos sexuales contra los NNyA no son frecuentes.
Mito #2: Solo las niñas pueden ser víctimas de abuso sexual
Mito #3: Los niños y niñas de preescolar no necesitan obtener información sobre el abuso sexual porque se aterrorizarían si son informados sobre el tema.
Mito #4: Los NNyA que han sufrido abusos sexuales son agresores sexuales en su vida adulta.
Mito #5: Los abusos sexuales ocurren contra NNyA de familias con menores recursos.
Mito #6: Los agresores son personas aisladas socialmente que tienen un perfil de personalidad específico y algún tipo de enfermedad mental o perversión.
Mito #7: Los niños mienten / inventan el abuso sexual
Mito #8: Las denuncias suelen ser inventadas por las madres.
Mito #9: Las denuncias de abuso sexual suelen ser falsas
Mito #10: Los agresores sexuales siempre usan la fuerza física para someter sexualmente a los NNyA.
Realidad
Realidad #1: Son un problema común en la infancia. Según datos de la OMS, 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres adultos declararon haber sufrido abusos sexuales en la infancia, pero solo un 30% de los casos son denunciados.
Realidad #2: Mas niñas que niños sufren de abuso sexual pero según datos mundiales 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 varones serán víctimas de abuso sexual antes de cumplir sus 18 años.
Realidad #3: En lugar de atemorizarlos, los programas educativos ayudarían a que, desde pequeños, los niños y las niñas desarrollen habilidades para protegerse de una manera útil y eficaz de los agresores.
Realidad #4: Solamente una proporción de los NNyA que fueron abusados sexualmente y no recibieron tratamiento adecuado deviene agresor sexual. Este mito es fuertemente estigmatizante para las víctimas –en particular, para los varones- y tiene una complicación: incrementa la tendencia de las víctimas a mantener el secreto, aún al llegar a adultos, por el temor a ser vistos como agresores sexuales.
Realidad #5: Ocurren sin distinciones en todos los estratos socioculturales. El mito se explicaría por la existencia de un subregistro estadístico de los casos que afectan a los niveles socioculturales más acomodados, ya que suelen denunciarse aún menos que el resto.
Realidad #6: Cualquier persona puede ser un abusador. La realidad es que los agresores pueden ser tanto varones como mujeres, heterosexuales u homosexuales. No existe un perfil de personalidad específico ni tests que detecten o excluyan a quien agredió sexualmente a un niño. Los agresores son personas que se encuentran en nuestro entorno: padres, abuelos, tíos, vecinos, docentes, amigos. Circulan en la sociedad y pasan desapercibidos porque su conducta social (lo que se ve) no muestra su conducta sexual (aquello que no se ve).
Realidad #7: Lo primero que debemos saber es que los niños no mienten sobre el abuso sexual. Tomense un tiempo para pensar en las distintas situaciones en las que un niño miente. Por lo general mienten para evadir un problema, para ser mas especifico , ellos niegan que algo ocurrió, por ejemplo ello pueden negar haber roto algo.
Realidad #8: Lo expuesto no implica desconocer la existencia de denuncias falsas deliberadas. Las hay, pero en un número muy inferior de lo que suele creerse. Es importante destacar que el empleo del Síndrome de Alienación Parental (SAP) refuerza asimetrías históricas, invisibiliza y debilita a las verdaderas víctimas vulnerables en nuestra sociedad: las niñas y los niños.
Realidad #9: Sólo una minoría de los casos de abuso sexual contra NNyA se conoce y se denuncia, porque la gran mayoría de los niños suelen callar por temor a represalias y por culpa o vergüenza. Muy pocos abusos se logran comprobar. Sin embargo, las denuncias se han incrementado sostenidamente a partir de finales de los ‘90 y este cambio se explica porque existen una mayor sensibilización social y mejoras en el acceso a las denuncias.
Realidad #10: Por el contrario, suelen emplear tácticas de persuasión y manipulación, juegos, engaños, amenazas y distintas formas de coerción para involucrar a los NNyA y mantener su silencio. Entre las tácticas de seducción de los agresores se incluyen la compra de regalos y la organización de actividades especiales. Son actitudes que confunden a los NNyA porque las perciben como señales de aceptación. Los agresores tienden a adoptar tácticas que comienzan con una conducta inapropiada, que no necesariamente alcanza a configurar un delito pero gradualmente escala a través del tiempo hasta transformarse en un delito serio. Además, los abusos sexuales pueden tener lugar durante períodos que duran semanas, meses y hasta años, antes de ser descubiertos.