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¿Fuiste víctima de Abuso Sexual? Tu puedes dejar el dolor atrás y convertirte en una o un sobreviviente
En Ecuador no existe aún capacidad para responder al desastre social del abuso sexual. Quienes sufrieron abuso sexual en la infancia, en la adolescencia, especialmente si lo padecieron en sus hogares, viven la vida tratando de sobrevivir a ese trauma y a sus insidiosas secuelas.
Aunque las afectaciones son distintas según las personalidades, la edad en que les ocurrió, lo prolongado que fue, los contextos sociales y los recursos para salir adelante, todas y todos son sobrevivientes. Todos necesitan información, apoyo y acompañamiento.
Si uno reflexiona sobre la extensión del abuso sexual hay que entender que estamos ante una reciente toma de conciencia de la humanidad sobre la gravedad de una realidad que a millones de mujeres y hombres ha afectado desde siempre, pero ante la que, como humanidad, hemos permanecido anestesiados. Como hace un par de siglos ante la esclavitud.
Para ayudar a los sobrevivientes a sanar, debemos implementar herramientas más sencillas y de probada eficacia. Hay una que está por estrenarse en la iniciativa ECUADOR DICE NO MÁS. Es un método en el que las personas son el “insumo” fundamental. Los sobrevivientes y sus palabras. Las palabras que dicen y las que escuchan. Se trata de los grupos de autoayuda en donde las mujeres y los hombres que sufrieron abuso sexual en la infancia y en la adolescencia -especialmente entre las paredes de su hogar- hablen de lo que les pasó para que el hablar comiencen a sanar.
En nuestra preparación del proyecto llegamos a la organización Wildwasser(Aguas Bravas) en Alemania. Su organización, presente hoy en 40 ciudades de Alemania, con 500 mujeres, voluntarias y profesionales, trabaja en centros de acogida en consultorios para atender a mujeres y a niñas y en la activa promoción de estos grupos de autoayuda. Es una historia ejemplar. Nosotros hemos adaptado su Manual De Grupos De Autoayuda, fortaleciéndolo con otros programas exitosos en el tema.
Esta herramienta posee un arma poderosa: Las palabras. En las palabras, está guardada nuestra memoria colectiva. Ninguna revolución mayor a la de la palabra. Compartir palabras nos permitió llegar hasta donde hoy estamos. Hablar nos hace humanos.
Lo es importante es que al hablar de la problemática del Abuso Sexual, la palabra juega un papel fundamental. Devela el secreto, rompe el silencio y evita que se perpetúe el ciclo de la violencia.
Muchas mujeres y hombres se mueren sin haber hablado nunca con nadie de “lo que les pasó”. Hay quienes eligen morir precisamente para no tener que hablar nunca de “eso”. Hablar de “eso” con su nombre, es imprescindible.
Los grupos de autoayuda de sobrevivientes han sido para muchas mujeres y hombres alrededor del mundo una herramienta de liberación. Por la palabra. Por la palabra compartida. Puede afirmarse que, sin hablar, es prácticamente imposible transitar ese camino que va de ser víctima a ser sobreviviente.
En los grupos de autoayuda se trata de organizar las palabras para, compartiéndolas, iniciar el proceso de entender lo ocurrido y entendiéndolo en el presente, iniciar la liberación de un pasado que el silencio ha hecho insoportable.
Hay algo muy positivo en estos grupos: son las y los sobrevivientes quienes se convocan a sí mismos, quienes establecen las reglas de juego con las que van a funcionar, quienes las cambian o modifican entre ellos, quienes se evalúan permanentemente. Todo esto crea un ambiente no jerárquico y de relaciones horizontales, sumamente enriquecedor. Y aquí radica el empoderamiento personal.
Los grupos no los dirige una profesional, una terapeuta. Tampoco se conciben ni como sustitutos de la terapia ni en competencia con ella. Este método funciona. Parece hecho a la medida de las necesidades más profundas de las sobrevivientes y su relativo bajo coste permitirán empezar una remediación que los millones de sobrevivientes merecen.
Recuerda: No estás sola o solo. El abuso jamás fue tu culpa. No te define como persona, es sólo algo que te ocurrió.
¿Quieres pertenecer a un grupo ANÓNIMO de autoayuda para Sobrevivientes de abuso sexual? Escríbenos a:info@ecuadordicenomas.com
Los Directores de esta iniciativa, somos sobrevivientes de abuso sexual en nuestra infancia por parte de familiares. Nosotros hemos roto el silecio público en parte también por ti. Sabemos como te sientes y queremos decirte que no estás sola o solo.
Cuando somos adultos sobrevivientes de abuso sexual infantil solemos escuchar con mucha frecuencia frases como las siguientes: “ya olvídalo, ya pasó”, “te gusta vivir en el pasado”, “¿Otra vez vas con lo mismo?”, entre otras similares.
¿Por qué volvemos a lo mismo? ¿Por qué, aparentemente, no lo superamos?Porque el abuso sexual te quiebra el espíritu. Te quita la voz, pues conlleva una doble traición a tu cuerpo y a tu confianza. Junto al dolor, hay sentimientos que se enraizan en tu mente: culpa, vergüenza, miedo, desconfianza, aislamiento. Todos los aspectos de nuestra vida quedan entrelazados con esas raíces que hieren, que lastiman.
Nosotros hemos aprendido a vivir enredados entre esas redes espinosas que nos atan, nos limitan. Hemos tenido que hacer un doble, triple esfuerzo para movernos y no permitir que esa raíz y esa corteza nos paralicen totalmente. Hemos aprendido a lograr nuestros objetivos a pesar de la coraza.
El proceso de curación significa que estamos luchando tenazmente en retirar cada fragmento de esos tejidos de nuestro organismo, de nuestra mente, de cada uno de nuestros pensamientos ¡Lo bueno es que se lo puede lograr!
Para lograr retirar todas esas raíces y esas cortezas, necesitamos ayuda, no podemos hacerlo solos. Ecuador Dice No Más está implementando GRUPOS ANÓNIMOS DE AUTOAYUDA PARA SOBREVIVIENTES, a los que podrás asistir y en los cuales podrás conocer a personas que han vivido experiencias similares y junto a ellos empezar a sanar.
Los grupos de autoayuda de sobrevivientes han sido para muchas mujeres y hombres alrededor del mundo una herramienta de liberación. Por la palabra compartida.
En los grupos de autoayuda se trata de organizar las palabras para, compartiéndolas, iniciar juntos el proceso de entender lo ocurrido y entendiéndolo en el presente, iniciar la liberación de un pasado que el silencio ha hecho insoportable. Ordenar en palabras los sentimientos de entonces, permite a las víctimas asumirse ahora como sobrevivientes: con seguridad y con dignidad, dejando atrás sentimientos de impotencia, de culpa y de aislamiento atrás.
Y en estos grupos también es legítimo no hablar . También hay cabida en estos grupos para mujeres y hombres que son víctimas y que todavía no logran vestir con palabras sus sentimientos. Acuden y escuchan. Los grupos también acogen a aquellas y aquellos que tienen que aprender a hablar oyendo hablar a otras y otros.
Hay algo muy positivo en estos grupos: son las y los sobrevivientes quienes se convocan a sí mismos, quienes establecen las reglas de juego con las que van a funcionar. Todo esto crea un ambiente no jerárquico y de relaciones horizontales, sumamente enriquecedor. Y aquí radica el empoderamiento personal.
Los grupos no los dirige una profesional, una terapeuta. Tampoco se conciben ni como sustitutos de la terapia ni en competencia con ella. Un principio importante de la autoayuda -y que los diferencia de la terapia- es que las y los sobrevivientes, se apoyan mutuamente, ayudándose entre si. La reconstrucción individual y la solidaridad, para actuar juntos en la dirección de esa reconstrucción, van a la par.Especialistas de Ecuador Dice No Más guiarán las primeras reuniones del grupo. Después, las y los sobrevivientes siguen solos y a su ritmo.
En los grupos de autoayuda la clave, la base, está en la responsabilidad de cada sobreviviente con su propio proceso de sanación. Cada sobreviviente se hace responsable de entenderse y de entender a otras y otros, de levantarse, de avanzar, de crecer, de sanar. Ni se piden ni se esperan milagros para que cambie la realidad. Cada quien determina que va a cambiar esa realidad desde sí misma. Las mujeres y hombres organizados deciden transformar, desde sí mismo, desde su poder interior, la cruda realidad que han vivido.
Resultado: somos, podemos y no estamos solos.
Paola Andrade Arellano. Sobreviviente. Directora #EcuadorDiceNoMas
Para más información escribe a info@ecuadordicenomas.com